La Comisión Europea realizó la presentación esta semana en Gijón de NANOfutures, la Plataforma de Nanotecnología con la que el ejecutivo comunitario persigue aplicar los conocimientos de esta disciplina científica a la industria europea y propiciar así su desarrollo. Así lo manifestó el responsable de Nanociencia y Nanotecnología de la Comisión. Christos Tokamanis aseguró que «en cinco años hemos puesto las bases de NANOfutures pero a partir de ahora el objetivo no es desarrollar más tecnología, sino desarrollar la industria».
Este mensaje de la Comisión Europea a favor de fortalecer la industria a partir de los avances de la nanotecnología fue compartido también por el secretario de Innovación, Juan Tomás Hernani, y por el viceconsejero Herminio Sastre. Todos ellos se dirigieron en estos términos a los más de 450 investigadores y representantes de empresas que participaron en NANOfutures 2010, un acto para difundir la nanotecnología en Asturias organizado por la Fundación Prodintec.
Tokamanis explicó que la plataforma NANOfutures ha hecho un diagnóstico sobre «lo que necesitamos en nanotecnología» para llevarlo a las industrias y, por consiguiente, al mercado y así poder activar el crecimiento económico en Europa.
En la estrategia elaborada por la Plataforma de Nanotecnología, según el alto cargo comunitario, se ha tratado de «crear puentes» entre las industrias y los gobiernos de la UE y, a la vez, se han definido «las áreas en las que NANOfutures tiene que dar respuestas».
El plan de acción diseñado por esta plataforma parte de la base de que la nanotecnología ayudará a mejorar la competitividad. NANOfutures se plantea como objetivo «crear un proceso de creación de valor en productos estratégico llevando las aplicaciones de la nanotecnología al mercado a través de la industria».
El plan trazado persigue lograr sus objetivo entre 2010 y 2015. Razón por la que Tokamanis advierte de que «el crecimiento empresarial no va a aparecer rápidamente porque tenemos que competir con muchas tecnologías, pero NANOfutures va a proporcionar el ímpetu empresarial para que las empresas europeas, grandes y pequeñas, estén dispuestas a seguir este camino».
Para conseguir llevar al mercado los avances de la nanotecnología, el alto cargo comunitario cree que es necesario «mejorar el control y la formación de equipos en las empresas, porque tenemos islas de excelencia, pero falta desarrollar una infraestructura para crear una red de empresas que puedan desarrollar sus productos».
Además de las barreras que suponen no tener una industria que, en general, no está preparada para absorber y aplicar los avances conseguidos en el campo de la nanotecnología, Tokamanis llamó a superar «la falta de consenso entre investigación e innovación». En este sentido, pidió hacer un esfuerzo para que «el investigador traduzca sus resultados en productos». Es decir, que hay que corregir lo que ahora sucede, «que las tecnologías se desarrollan en un laboratorio y muchas veces no llegan a ningún sitio y, para que sea importante para el negocio, hay que hacer visible lo invisible y procurar que cada innovación se traduzca en algo tangible, como ocurre en EEUU y Japón, mientras que en Europa sólo ocurre en casos aislados». NANOfutures, aseguró, trata de superar «la fragmentación que hay entre I+D e innovación».
Otras de las deficiencias que ha detectado la Comisión Europea a través de la Plataforma de Nanotecnología, según Tokamanis, es que «los mercados de nanotecnología tampoco están definidos».
Entre las propuestas de la Comisión figuran las de desarrollar entornos de innovación abierta en los que participen los centros de investigación. Por otra parte, «necesitamos buenos científicos, pero no generalistas sino que tengan un conocimiento profundo en cada disciplina para que después puedan trabajar en profundidad en grupos multidisciplinares».
Para cuadrar el círculo de la reactivación de la industria europea a través de la aplicación de los avances en nanotecnología, el alto cargo de la Comisión cree que es necesario también simplificar los mecanismos de financiación, para lo que propone que «sólo una parte del dinero lo aporte la CE y el resto salga de la industria y de los estados mienbros de la UE».
Por último, Tokamanis, reconoció que pese al esfuerzo inversor que Europa está haciendo en I+D, se generan menos patentes que en EEUU y Japón y que salvo en el ámbito de la nanoelectrónica y en sectores como el aeronáutico y el del automóvil «vamos retrasados». La cuestión estriba en que «desarrollamos muchas tecnologías pero cuando llega el momento no conseguimos que el producto llegue al mercado».
Por su parte, el director de Tecnologías Industriales de la Dirección General de Investigación de la CE, Herbert Von Bose, además de llamar a ser más eficaces en la investigación ante el recorte de fondos en la UE, destacó la importancia de «aunar socios industriales» para que colaboren en el logro de los objetivos marcados por NANOfutures». En este sentido, abogó por crear alianzas de industrias, entidades académicas, regiones y países europeos para ver dónde pueden cooperar y que todos avancemos en la misma dirección».
La inversión pública
En la misma línea, el número dos del Ministerio de Ciencia e Innovación, defendió la creación de alianzas intersectoriales como vía para superar la crisis. Juan Tomás Hernani cree que NANOfutures es un buen ejemplo a seguir de lo que debe ser la colaboración público-privada. En este ámbito, pidió que no se fíe la salida de la crisis sólo a la inversión pública sino que «necesitamos que los investigadores y el sector industrial se muevan y tengan otro posicionamiento». En este objetivo, Hernani cree que NANOfutures tiene que jugar un papel clave y que se deben «invertir más recursos pero de una forma más profesional en el futuro, de modo que los resultados lleguen a la industria».
Finalmente, el viceconsejero de Ciencia y Tecnología, Herminio Sastre, se mostró de acuerdo en que Europa impulse la nanotecnología a través de plataformas para que, «a partir del trabajo en los laboratorios, las empresa puedan introducir productos innovadores y de calidad en los mercados».
Un camino, dijo, que también se está siguiendo en Asturias y cuyo rumbo se plasmará en el Plan de Ciencia Tecnologia e Innovación que está elaborando su viceconsejería. Y, añadió, una orientación que es visible en la apuesta del Gobierno regional en la creación de centros tecnológicos «en cuya actividad se demuestra que por cada euro de inversión generan tres euros, lo que demuestra que la inversión pública es rentable, estimula la actividad y nuestro tejido empresarial».
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